¿Quieres una casa sin ahorros? Descubre cómo el Estado puede ayudarte a conseguirla

¿Quieres una casa sin ahorros? Descubre cómo el Estado puede ayudarte a conseguirla

El Estado ha lanzado una Línea de Avales que permite a jóvenes (menores de 35 años) y familias con menores adquirir su primera vivienda habitual en España, incluso si no cuentan con ahorros suficientes para la entrada. Con este respaldo estatal, se puede financiar hasta el 100% del valor de tasación o compraventa de la vivienda, y el aval cubre hasta un 20-25% del préstamo durante los primeros 10 años. Esto reduce el riesgo para los bancos, facilitando el acceso a hipotecas sin incrementar el coste. Sin embargo, hay requisitos específicos que cumplir, como límites de ingresos, ser residente legal y no tener otra vivienda. ¿Tienes dudas? ¡Infórmate y aprovecha esta oportunidad antes de 2025!

¿Quieres comprar tu primera casa y sientes que el sistema está diseñado para hacerte sudar?

No estás solo. Entre precios que suben más rápido que tu sueldo y bancos que te piden ahorros que no tienes, comprar una vivienda se ha convertido en un deporte de alto riesgo para jóvenes y familias. Por eso, el Gobierno ha sacado una herramienta para intentar nivelar un poco el terreno: la Línea de Avales para la adquisición de primeras viviendas.

Pero ojo, esto no es magia ni caridad. Es un empujón para quienes tienen ingresos estables pero no han podido ahorrar lo suficiente para ese temido 20% que los bancos suelen exigir como entrada. Vamos a desmontar cómo funciona, para que veas si te puede servir o no.

¿Cómo funciona esto?

Vamos al grano:

  • El problema: Normalmente, los bancos te dan un préstamo que cubre el 80% del valor de la vivienda. El otro 20% lo tienes que tener ahorrado. ¿Y si no tienes tanto? Ahí entra el aval.
  • La solución: El Estado respalda hasta el 20% (o 25% si la casa es energéticamente eficiente). Esto significa que podrías pedir al banco el 100% del precio de la casa, siempre dentro de ciertos límites.

Ah, y no pienses que el banco te cobrará más intereses por esto, porque el aval es gratuito tanto para ti como para ellos.

¿Quién puede pedirlo?

Básicamente, si cumples estos requisitos, podrías ser tú:

  • Eres joven: No has cumplido 36 años en el momento de firmar la hipoteca.
  • Tienes peques: Da igual tu edad, pero necesitas tener hijos menores de edad a tu cargo.
  • Es tu primera vivienda: Nunca antes has tenido una casa a tu nombre, salvo excepciones como herencias o viviendas que no puedes usar por razones fuera de tu control.
  • Tus ingresos no se pasan: Máximo 37.800 € brutos al año (4,5 veces el IPREM). Si tienes hijos, este límite sube un poco por cada pequeño a cargo o si eres familia monoparental.

¿Y qué pasa con las condiciones de la casa?

  • Debe ser tu residencia habitual y permanente (nada de Airbnb ni usarla como oficina).
  • Tiene que estar en España.
  • No puedes pagar más del límite que establece tu Comunidad Autónoma para este programa.

¿Hay un truco?

Sí, pero no te lo tomes como algo malo, es solo claridad:

  1. El préstamo tiene que cubrir más del 80% del valor de la casa (o el 75% si la casa es energéticamente eficiente). Si no lo hace, no aplica el aval.
  2. El aval dura 10 años. Si tu hipoteca es de 20 o 30 años, pasado ese tiempo, el respaldo desaparece.
  3. Si amortizas la hipoteca antes de tiempo, el aval también se cancela.

¿Cómo lo pides?

  • Ve a un banco que esté adherido al programa. Ellos decidirán si te conceden la hipoteca (el aval del Estado no garantiza que el banco diga que sí).
  • Prepárate para mostrar papeleo: tu DNI, ingresos, residencia, que no tienes otra casa, y más.

¿Hasta cuándo puedo solicitarlo?

Tienes hasta el 31 de diciembre de 2025, aunque podría extenderse hasta 2027 si hay mucha demanda.

Conclusión: Comprar una vivienda sigue siendo complicado, pero esta Línea de Avales puede ser la clave para que tú y tu familia deis el salto si os faltan ahorros pero cumplís los requisitos. Investiga bien, pregunta mucho, y sobre todo, asegúrate de que el préstamo es manejable para tus finanzas. Porque más allá del aval, la responsabilidad de la hipoteca siempre será tuya.